29 setembro 2013
13 setembro 2013
Universidade forma 152 indígenas em Licenciatura Intercultural
IMAGEM: WWW.LIVROSEPESSOAS.COM
Em Pernambuco, participam estudantes de 11 etnias: Atikum, Fulni-Ô, Kambiwá, Kapinawá, Pankará, Pankararu, Pankaiuká, Pipipã, Truká, Tuxá e Xucuru
Publicado em 12/09/2013, às 15h51
Fonte: Jornal do Comércio
Do JC Online
O Centro Acadêmico do Agreste (CAA) da Universidade Federal de Pernambuco (UFPE) realiza, neste sábado (14), às 17h, a solenidade de colação de grau da primeira turma da Licenciatura Intercultural Indígena. Os 152 concluintes são professores indígenas que lecionam em escolas indígenas do ensino fundamental e médio no interior de Pernambuco, mas não tinham formação superior. A cerimônia será realizada no Polo Comercial de Caruaru (BR 104, km 62, Caruaru–PE).
O curso semipresencial, com duração de quatro anos e cerca de 40 disciplinas, faz parte do Programa de Apoio à Formação Superior e Licenciaturas Interculturais Indígenas (Prolind) da Secretaria de Educação Continuada, Alfabetização, Diversidade e Inclusão (Secadi) do Ministério da Educação (MEC). Em Pernambuco, participam estudantes de 11 etnias: Atikum, Fulni-Ô, Kambiwá, Kapinawá, Pankará, Pankararu, Pankaiuká, Pipipã, Truká, Tuxá e Xucuru.
De acordo com o professor Nélio Vieira de Melo, coordenador da licenciatura e diretor do CAA, o trunfo do curso é, além de possibilitar a titulação dos docentes, despertar para a prática de um ensino intercultural. “É também uma contribuição para a própria universidade, pois provoca reflexão e estimula a pensar diferente”, disse. Segundo ele, o curso leva em conta não apenas as políticas nacionais definidas pelo MEC, mas também as particularidades de cada povo indígena.
Ligado ao Núcleo de Formação Docente do CAA, o curso possui três áreas de estudo à escolha do aluno: Linguagem e Artes; Ciências da Terra e da Natureza; e Ciências Humanas e Sociais. Como é semipresencial, o curso conta com uma disciplina por mês, em formato intensivo, com 40 horas de aula durante uma semana (manhã e tarde) mais 20 horas de atividades desenvolvidas na aldeia. A parte prática é voltada para a comunidade da qual cada aluno faz parte.
Os alunos vêm de suas aldeias para Caruaru, percorrendo distâncias que variam entre cerca de 80 quilômetros (município de Pesqueira, no Agreste, povo Xucuru) e quase 400 quilômetros (município de Salgueiro, no Sertão, povo Atikum). Unindo ensino, pesquisa e extensão, o curso também conta com alunos vinculados ao Programa Institucional de Bolsa de Iniciação à Docência (Pibid) e ao Programa de Educação Tutorial (PET), desenvolvendo pesquisas em suas localidades.
É o caso da formanda Maria Aline da Silva Valério, da etnia Pankararu, que realizou uma pesquisa no PET sobre histórias orais. “A experiência do curso foi muito boa e possibilitou estabelecer contato com outros povos. Também nos permitiu passar conhecimento aos alunos com um novo olhar”, afirmou. Para ela, os novos pontos de vista fizeram com que ela percebesse que o que parece simples pode ser cientificamente complexo. “O curso me enriqueceu bastante”, resumiu.
VESTIBULAR – Está em andamento a seleção para a segunda turma da licenciatura com 160 vagas. De acordo com o cronograma do vestibular, o período para impressão do Comunicado de Confirmação de Inscrição (CCI), de responsabilidade do candidato, pelo site da Covest, vai de quarta-feira (18) até sábado (21) da próxima semana. As provas acontecem no domingo da próxima semana (22) e o resultado está previsto para ser divulgado no dia 7 de outubro.
05 setembro 2013
Dia Internacional da Mulher Indígena
Servindi, 5 de setiembre, 2013.- El 5 de septiembre de cada año
se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena, fecha escogida en
homenaje a Bartolina Sisa, una valerosa mujer quechua que fue descuartizada por
las fuerzas españolas durante la rebelión anticolonial de Túpaj Katari en el
Alto Perú.
La fecha se instituyó en 1983 durante el Segundo Encuentro de
Organizaciones y Movimientos de América realizado en Tiahuanacu, Bolivia.
En esta oportunidad compartimos un artículo sobre la vida, obra
y muerte de la notable lideresa publicado en el periódico Cambio de Bolivia:
La vida, obra y muerte de la lideresa
indígena Bartolina Sisa, como ejemplo de lucha por la emancipación del yugo español,
junto a su esposo Túpac Katari, es narrada en un trabajo de la Confederación
Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, que lleva el
nombre de la mártir.
El historiador Nicanor Aranzáes,
citado en el folleto La Historia de Bartolina Sisa, menciona que Sisa nació el
25 de agosto de 1750 en la provincia Loayza del departamento de La Paz.
Fue hija de José Sisa y Josefa
Vargas, originarios del Alto Perú, que vivían del comercio de la coca de los
Yungas y de la tela o bayeta de la tierra, para liberarse del sometimiento al
que estaban condenados todos los pueblos originarios de esas tierras.
Ante esta realidad, la familia Sisa
se trasladó a la Villa de Sica Sica. “Es ahí que junto a sus padres Bartolina
adquirió la experiencia en el rubro del comercio, logrando independizarse a los
19 años”, menciona el folleto.
Durante sus viajes por muchas
ciudades, pueblos, comunidades, minas, cocales, Bartolina Sisa Vargas conoció
la realidad en la que vivían los pueblos andinos.
Es así que observó el sometimiento,
la explotación, las ofensas y el abuso que sufrían sus hermanos indígenas por
parte de las autoridades, los blancos españoles.
Esta realidad —agrega la
investigación— genera una “convicción de protesta contra todo el sistema
colonialista de explotación de la entonces joven Bartolina Sisa.
Relación con Julián
Apaza
Julián Apaza (Túpac Katari), que
luego se convertiría en el esposo de Bartolina Sisa, también fue parte del
comercio de la coca, luego de estar dos años en el trabajo forzado en la mita
en las minas de Oruro. En uno de sus tantos viajes y frecuentando los mismos
lugares, se conoce con Bartolina Sisa.
Bartolina fue descrita por algunos
historiadores como una mujer aguerrida que dominaba el kurawa (onda) y el
fusil. Sabía montar caballo, era joven y de piel morena, atractiva, esbelta y
de ojos negros, y muy inteligente. Mientras que Julián Apaza era un
hombre de buenas condiciones físicas y una inteligencia notable.
En 1772, ya casados, tuvieron el
primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). Según el historiador
Alipio Valencia Vega, el primer hijo fue capturado en Perú por el brigadier
Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que posteriormente fue asesinado. Los
otros llegaron a sobrevivir y cambiaron de nombres y apellidos.
Virreina
Bartolina Sisa, que además era hábil
para las actividades de la campaña rebelde, desde el primer momento, ya que
contaba con la total obediencia de los indígenas sublevados.
Antes del cerco a La Paz, rumbo a al
liberación de su pueblo, Sisa fue nombrada Virreina y Túpac Katari Virrey del
Inca. Con ese título, Bartolina organizó
campamentos militares durante la sublevación en El Alto, en Chacaltaya; en
Killi Killi; en el Calvario; en el valle de Potopoto y en las alturas de
Pampahasi.
La rebelión
Al enterarse Julián Apaza de los
levantamientos y de las posteriores ejecuciones de los hermanos Katari en
Chayanta (Potosí), y de José Gabriel Tupac Amaru, en Tinta, decide tomar un
nombre de guerra y se hace llamar Túpac Katari.
En marzo de 1781 comienza el
levantamiento en Ayo Ayo. La táctica de lucha era el cerco y reúne 40.000 hombres
para sitiar la ciudad de La Paz. En julio, el número de insurgentes se duplicó.
Los principales cercos estaban en El
Alto y Pampahasi comandados por Túpac Katari y Bartolina Sisa, respectivamente.
Los primeros asaltos causaron
enfrentamientos entre el ejército español y el indígena. Los indígenas tenían
superioridad numérica y españoles contaban con armas de fuego.
El 17 de mayo, Sebastián Segurola, al
enterarse de que en Pampahasi comandaba una mujer, envió un ejército para
romper el cerco. Sin embargo, Sisa resiste y logra triunfar.
Después de tres meses de cerco y sin
provisiones, el ejército español comenzó a debilitarse por hambre, y la Real
Audiencia de Charcas, al enterarse, envía 1.700 hombres para destruir el cerco.
El 30 de junio, los ejércitos indios
se replegaron sin oponer resistencia y los españoles empezaron a instigar a la
traición y a ofrecerles el indulto si entregaban o delataban a los cabecillas
El 2 de julio, Bartolina se traslada
desde El Alto hasta Pampahasi a causa de ese rumor.
Desciende por Tembladerani llega
hasta Sopocachi y ahí algunos de sus acompañantes que habían hecho contacto con
los españoles la traicionan. La toman presa y la entregan a cambio del indulto,
que finalmente no les fue concedido.
En la prisión fue torturada y
humillada por el brigadier Sebastián Segurola para obtener información. Pese a
las agresiones, Sisa no reveló ningún dato. Según Valencia Vega, Sisa, estando en
prisión Túpac Katari, restablece el cerco.
Muerte de Bartolina
Sisa
Durante el segundo cerco, Túpac
Katari intentó liberar a Bartolina a través de varios intentos, tanto bélicos
como pacíficos. Ofreció intercambiar a Sisa con el cura Vicente Rojas e incluso
con él mismo.
El 17 de octubre llegó un ejercito de
7.000 hombres al mando del sanguinario José de Roseguín, desde Buenos Aires,
para romper el cerco.
La batalla fue encarnizada, pero la
superioridad en armas hizo que Túpac Katari se repliegue hasta Peñas.
Posteriormente se movilizó hasta
Chinchayo, donde fue apresado a las 02.00 de la madrugada del 10 de noviembre
por la traición del primo de Bartolina, Tomás Inca Lipe, que era su más
apreciado y cercano colaborador.
El 14 de noviembre, Bartolina Sisa
fue obligada a presenciar el descuartizamiento público de Túpac Katari en la
plaza de Peñas. Después de casi un año de encierro,
al amanecer del 5 de septiembre de 1782, el oidor Tadeo Diez de Medina
pronunció la sentencia de muerte, condenándola a ser sacada a la plaza mayor
atada a la cola de un caballo y arrastrada hasta morir cruelmente.
Fonte:
A riqueza cultural indígena da América Latina
Recentemente, traduzi
para a Editora FTD três livros da Coleção Contos Indígenas da América Latina,
adaptados por Judy Goldman. Trata-se de “O sapo e o deus da chuva”, uma narrativa do povo Yaqui ilustrado por Arno
Avilés. “O coelho e a raposa”, ilustrado
por Ricardo Peláez, é uma história do povo Kiliwa. “Baak” traz ilustrações de Fabrício Vanden Broeck; é um conto do
povo Maia.
Em “O sapo e o deus da chuva”, do povo Yaqui, o cenário inicial mostra o sol escaldante castigando a terra.
Não há sinais de chuva. As pessoas da aldeia, incansavelmente, pediam ao deus da
chuva para afastá-las de tanto sofrimento, mas o deus sequer ouvia. Quando o chefe da aldeia anunciou que o
povo teria que abandonar o lugar, um mensageiro se apresentou.
Qual seria o seu plano?
“O coelho e a raposa” é uma das uma das muitas histórias do povo Kiliwa.
Os mais velhos contam que uma raposa muito
faminta vivia em um lugar árido, com pedras, cactos e escorpiões. Não gostava
de comer gafanhotos porque as pernas dos insetos geralmente ficavam enganchadas
em seus dentes. Por sorte, farejou um coelho que não era grande nem gordo, mas
era maior do que um rato. A raposa aproximou-se e atacou. Será que o mais forte
sempre sai vencedor?
O conto “Baak”, do
povo Maia, traz a história de um pequeno
deus. Ele vivia com a mãe e os dois raramente tinham o suficiente para comer.
Os irmãos que moravam nos arredores, sequer ajudavam; quando muito, atiravam-lhes
sobras de comida. Baak queria aprender a caçar, mas os irmãos só zombavam e
nunca o ensinavam. Um dia, ao ver a exuberante vegetação da floresta, Baak teve
uma ideia que mudou a vida do seu povo.
Essas histórias fazem parte da riqueza cultural dos povos indígenas da
América Latina: os Yaqui vivem no Estado de Sonora (México), numa região que
faz fronteira com os Estados Unidos; sua população é de aproximadamente trinta e dois mil habitantes. Eles vivem da plantação de trigo e do algodão.
Os Kiliwa são um povo ameaçado de extinção. Sua população é composta de aproximadamente cento e sete indígenas que sobrevivem da agricultura familiar, da caça e da pesca, no Estado da Baixa Califórnia (México).
O povo Maia é a segunda população mais numerosa do México, com
aproximadamente um milhão e meio de indígenas. Apesar do grande índice de analfabetismo e desemprego, o povo Maia são grandes conhecedores
das ervas medicinais; conhecem profundamente várias espécies de peixes e mantém as suas tradições.
Para saber mais da cultura e da história indígena na America Latina,
vale conferir o seguinte endereço: www.cdi.gob.mx
Nordeste do Brasil, 5 de setembro de 2013
Graça Graúna (tradutora)
03 setembro 2013
Guarani, Kaiowá e muitas mais - literatura de índio
XVI
BIENAL DO LIVRO RIO
Dia
3.set.2013, Café Literário
Tema:
Guarani,
Kaiowá e muitas mais – literatura de índio.
Palestrante:
Graça Graúna
(povo Potiguara/RN)
O tema deste Café
Literário sugere que há muito mais literatura de autoria indígena do que supõe
o senso comum.
Pensando nas muitas
histórias que os parentes indígenas (de diferentes etnias) têm para contar, a
intuição me diz que a memória e a poesia revelam que as utopias não se
perderam. Nos caminhos da Ameríndia as utopias se realizam toda vez que as
pessoas se unem para superar as barreiras a que são submetidas pelo capital e pela
arquitetura do preconceito.
O fato de estarmos
aqui nos permite afirmar que não perdemos nossa identidade, nossa memória, ainda
que o nosso jeito de ser e de viver cause estranhamento às pessoas da cidade grande. A identidade e a
memória (à semelhança do amor) dão sentido a nossa existência.
Há mais literatura de
autoria indígena do que supõe a vã filosofia. Este fato nos permite apresentar
(embora resumidamente) um exemplo da força que tem a memória ancestral no
cotidiano das mulheres indígenas em várias partes do mundo. Vejamos o pensamento
de Nicolasa Quintreman, uma liderança entre o povo Mapuche, no Chile (Cf. PORANTIM
apud GRAÚNA, 2013, p. 36):
Não me
interessa o dinheiro, nem uma casa com cozinha. Tenho o meu lugar, meu fogão e
minha terra para trabalhar. Tampouco quero a luz que me oferecem, para isso
tenho o sol... com isso estou bem. [...] a barragem não melhora a qualidade de
vida, como disse o presidente. Tirar uma pessoa como se fosse um animal para um lugar que não lhe serve, que não conhece, isso não é qualidade
de vida. Viver bem é permanecer na mesma casa onde eu nasci. A terra nos
pertence, temos que cuidar dela, da mesma forma que a madeira, o rio e o capim
que os porquinhos, as ovelhas e os cabritos comem. [...] não vou amolecer,
[...] meu futuro será sempre o mesmo, não vou muda-lo. Morrerei na minha terra.
Outro exemplo
edificante vem da poesia Mapuche escrita por Rayen Kvyeh. Em seus versos, ela
nos convida a romper o silêncio, a lutar pelos nossos direitos; sua poesia nos
encoraja a contar a nossa autohistória. Vejamos um fragmento:
rompe o
silêncio
da memória
milenar
do povo
mapuche
neste relato
da história,
gravada
nos espíritos
de nosso povo
A sabedoria ancestral
é vida que corre pelas gerações, afirma o crítico português Salvato Trigo (apud
GRAÚNA, 2013, p. 113). Dentro desta perspectiva, a poesia de Rayen Kvyeh fala
dos sonhos, onde os ancestrais (seus avós) aconselham desde sempre a lutar pela
liberdade, a lutar pela terra. Vejamos mais um treco dessa poesia (Cf. GRAÚNA, p. 113):
nos meus
sonhos
meus avós têm
falado.
Da cordilheira
ao mar
de norte a sul,
desde o mais
profundo
da nossa mãe terra
suas vozes
aconselham
que expulsemos
os usurpadores
da nossa
terra.
Os usurpadores
da nossa
liberdade.
Em várias partes do mundo há milhares de povos
indígenas que expressam seu amor à terra, seu desejo permanente de justiça e
liberdade, seja por meio da contação de histórias, da poesia, da arte plumária,
do grafismo, do barro ou dos sonhos que trazem as canções da mata e do amor à
natureza; pois como diria Ana da Luz Fortes do Nascimento (uma anciã Kaingang):
somos a raiz da esperança, a multiplicação da luta à semelhança da terra que
multiplica o cereal plantado.
Graça Graúna
Rio de Janeiro, 3.set. 2013
GRAÚNA,
Graça. Contrapontos da literatura
indígena contemporânea no Brasil. Belo Horizonte: Mazza Edições, 2013.
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